Texto Primer PANTALLAZO
Prendas como las de antes, cuando la elegancia florecía en crudo, lo llamativo en el susurro y lo especial en cada día, sin importar la ocasión.

PIEZAS QUE RECUPERAN EL ENCANTO DE OTRA ÉPOCA
Tiempos en que la calidad no se negociaba, la elegancia se pronunciaba con sigilo ylo bueno se lucía en crudo: las chaquetas por su calce inmaculado, cada fibra por su tono original y detalles sutiles por su esencia única. Cruda revive lo mejor del pasado para ofrecer esa calidad de antes que otorga seguridad en la pisada, un sentir elevado y afecto profundo por esas piezas que se renuevan con una, del día a la noche y a través de las décadas.

RECUPERAR LA MODA DE ANTES, CUANDO LOS GÉNEROS HABLABAN POR SÍ SOLOS, LA CALIDAD ERA UN BÁSICO INNEGOCIABLE Y CADA AVÍO ATESORABA UNA HISTORIA ÚNICA.
Esta es la filosofía que da origen a Cruda en 2024, una marca de indumentaria uruguaya basada en Montevideo y fundada por Natalia Cherro.
Tejidos, cortes y matices se despliegan en crudo, su estado más puro, revelando su gracia en cada pieza.
Piezas que aspiran a pasar por desapercibidas y fallan en el intento debido al extraordinario vuelo de sus camisas o al calce perfecto de sus pantalones. Las prendas de Cruda se adaptan a diversos estilos y ocasiones, trascienden el paso del tiempo y adquieren valor emocional. Esto se debe al sentir elevado que cada pieza promueve desde la más sublime sencillez, favoreciendo la silueta, reafirmando la pisada y alcanzando la más sofisticada distinción de toda mujer.

SOBRE LA FUNDADORA
Fundadora & Directora Creativa de Cruda
Como una camelia que crece en el silencio de la noche, Cruda creció durante años en una extraordinaria fantasía de Natalia Cherro, mientras ejercía un cargo en la empresa familiar que le ofrecía contención pero escasa afición. Luego de estudiar Administración de Empresas, incursionó en la carrera de Diseño de Modas en Pablo Giménez, cumpliéndole un sueño a su niña interior que recorría el mundo con su caja de acuarelas en mano. Esta segunda carrera quedó en el tintero por un tiempo largo, hasta que su llamado a emprender se hizo imposible de ignorar.
Natalia se preguntaba qué sería lo peor que podría pasar, pero fue cuando se empezó a preguntar qué sería lo mejor que podría pasar lo que finalmente la impulsó a lanzar Cruda, con sus majestuosas camisas, el sueño de revivir el buen vestir de otra época y todo aquello con lo que por décadas soñó.
Con 41 años y dos hijas, Natalia es testimonio de que, sin importar la estación de la vida, nunca es demasiado tarde para perseguir un sueño, empezar de cero y volver a florecer.
